La inmensa mayoría de los musulmanes lo saben, pero es de
agradecer que alguien lo ponga blanco sobre negro en un libro como el que ha
escrito Omar Saif Ghobash, actual embajador de los Emiratos Árabes Unidos a
Rusia: Hay un Islam muy alejado del que abrazan los terroristas que se
pretenden ‘islámicos’. El libro se titula "Carta a un joven musulmán"
y se compone de cerca de treinta textos que el autor dedica a su hijo mayor,
Saif, nacido en 2.000.
Se trata de unas doscientas páginas escritas con tanta
prudencia que, en ocasiones, se tiene la sensación de que Omar Saif Ghobash se autolimita
para no ir más allá de lo que posiblemente desearía. No es que haya que leer
entre líneas pero sí, a veces, hay que hacer un esfuerzo para interpretar la
voluntad y las ideas que hay detrás de las frases y reflexiones publicadas en
estas cartas.
"Carta a un joven musulmán" es una puerta que
se abre a los jóvenes que viven en países donde el Islam es la religión oficial
o que lo practican en países donde no lo es. Una puerta que da a un mundo donde
el Islam es una religión de paz, de solidaridad, de introspección y de respeto
por otras religiones y visiones de la vida. Pero Omar Saif Ghobash reconoce que
una parte pequeña pero muy agresiva de la sociedad musulmana hace una
interpretación diferente. Entiende que la asociación entre ‘Islam’ y 'terrorismo',
aunque es injusta con la gran mayoría de practicantes musulmanes, tiene una
base que no se puede negar.
Muchos de los que nacimos católicos y abandonamos en la
juventud esta creencia esperamos que suceda lo mismo con muchos musulmanes. Los
expertos en esta religión afirman que la transición del Islam al ateísmo o el
laicismo es mucho más compleja que la que hicimos católicos o protestantes. ¿Es
imposible?
Ghobash no plantea que su hijo abandone el Islam. No sé
si le pasa por la cabeza, pero en el libro no aparece esta opción. Le pide que
sea crítico con la religión que ha mamado a lo largo de su vida, que no dé por
buena la primera interpretación del Corán con que se tropiece y, sobre todo,
que huya de las lecturas que hacen algunos para justificar su acción violenta,
terrorista. Todos los temas motivo de debate social entorno al Islam aparecen en esa sucesión de consejos paternales: desde el velo a Internet pasando por las relaciones sexuales o la función de las mezquitas.
El padre del autor fue asesinado en un atentado
terrorista que no iba dirigido a él. El actual embajador de los EAU en Moscú
tenía, entonces, siete años. En "Carta a un joven musulmán" explica a
su hijo Saif como le marcó aquella prematura pérdida del progenitor y como le
inmunizó contra el recurso al fanatismo tanto en religión como en política.
Mucha gente ha leído este libro esperando que el autor
fuera más allá. Pero otros, como el historiador británico Niall Ferguson
considera que "Cuando un diplomático árabe tiene el valor de plantear
cuestiones como éstas, no podemos hacer otra cosa que expresar nuestra
admiración... Un paso definitivo".
Compartiría más la interpretación de que el paso de
Ghobash es necesario pero aún quedan muchos para que llegue el definitivo,
entendido como aquel que sitúe el Islam en el ámbito de la privacidad que es el
que le corresponde a las diferentes religiones en las sociedades actuales.
Y comparto la crítica del The Sunday Times Book Review cuando valora el libro como "Una
llamada a toda una generación para rescatar la fe musulmana de las garras de
los fanáticos y afirmar su individualidad. Merece ser leída por creyentes de
cualquier fe y también por los no creyentes".
Yo lo pasaré a dos alumnas musulmanas mías de la Facultad
de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Les
hará buen provecho, seguro.
Siscu Baiges
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