martes, 22 de agosto de 2017

Contribución enorme de Javier Lesaca a la comprensión de cómo funciona el proselitismo terrorista

Armas de destrucción masiva

Quizás la mejor recomendación que se puede hacer a la hora de leer el libro "Armas de destrucción masiva" (Ediciones Península) es empezarlo por el final. Cuando Javier, uno de los tres hijos de su autor Javier Lesaca, le sorprende viendo las imágenes de un vídeo donde aparece un hombre encapuchado en Mosul portando un fusil Kalashnikov. "¿Por qué trabajas viendo vídeos de malos? ¿Los quieres meter en la cárcel?", le pregunta. "Sólo quiero saber qué piensan", le respondió.

Es el interrogante que nos planteamos todos los que leemos su libro. ¿Qué piensa la gente que comete las atrocidades que explica con todo lujo de detalles y datos? Este periodista y analista de temas de seguridad repasa la obra propagandística del Ejército Islámico. En tres años, el grupo terrorista ha producido más de 1.300 vídeos. Se estrenó el verano de 2014 con uno donde se veía como un encapuchado degollaba al periodista James Wright Foley. Y desde entonces, las brutalidades que han difundido en vídeos y publicaciones diversas superan los límites del horror que pensábamos que eran capaces de concebir y provocar los seres humanos.

Estado Islámico ha asesinado ante sus cámaras a 813 ciudadanos, en 218 vídeos distribuidos abiertamente por las redes sociales. Sólo un 2% de las víctimas son occidentales. La inmensa mayoría son sirios e iraquíes. Lesaca nos cuenta cómo estos asesinatos son presentados con la estética de los videojuegos más populares o las películas de terror de más éxito. Considere la cosa más horrible que le pase por la cabeza y la encontrará reflejada en los vídeos que ven muchos de los jóvenes que se incorporan a las filas de Daesh.
Se hace duro, incluso, de trasladar a esta reseña las acciones que incluyen estos vídeos. El dolor, el sufrimiento y pánico de las víctimas, su muerte a manos de niños como si se tratara de un juego, los asesinatos en cadena,... 



Probablemente sea más fácil de entender porque un joven es capaz de bajar por La Rambla de Barcelona arrollando tanta gente como pueda con una furgoneta imaginándolo tragándose delante del ordenador o el móvil estos vídeos brutales. El cerebro queda tocado tras  estos visionados.

El autor ha hecho un estudio riguroso, exhaustivo. La tesis doctoral que comenzó en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra profundizó su consistencia cuando la Escuela de Comunicación y Asuntos Públicos de la Universidad George Washington, de Washington, se interesó por ella y lo contrató como profesor asociado. Han sido años de mucho trabajo que han dado un fruto impresionante.

Estado Islámico ha tocado todos los palos de la comunicación, menos el radiofónico. Revistas, agencias de prensa, comunicados y vídeos. Muchos de sus responsables están muertos. La pérdida de territorio por parte de Daesh ha ido acompañada de una disminución de su capacidad de filmar y difundir por la red los crímenes más abyectos. Pero la desaparición definitiva de estas "armas de seducción masiva" de las que nos habla Javier Lesaca no será inmediata. A lo largo de las cerca de 300 páginas del libro no se permite ninguna licencia de opinión. Sólo una frase hacia el final refleja cuál es su propuesta: "Poner la democracia y la libertad de moda es la mejor forma de combatir el terrorismo, el extremismo y la violencia".

Su aportación rigurosa es muy dura de leer pero fundamental para el objetivo que le comenta a su hijo: Intentar entender qué pasa por la cabeza de los terroristas de Daesh. "Todavía estoy intentándolo", reconoce.


Siscu Baiges
Contribució enorme de Javier Lesaca a la comprensió de com funciona el proselitisme terrorista

Armes de destrucció massiva

Potser la millor recomanació que es pot fer a l’hora de llegir el llibre “Armes de destrucció massiva” (Ediciones Península) és començar-lo pel final. Quan Javier, un dels tres fills del seu autor Javier Lesaca, el sorprèn veient les imatges d’un vídeo on apareix un home encaputxat a Mosul portant un fusell Kalashnikov. “Perquè treballes veient vídeos de dolents? Els vols posar a la presó?”, li pregunta. “Només vull saber què pensen”, li va respondre.

És l’interrogant que ens plantegem tots els que llegim el seu llibre. Què pensa la gent que comet les atrocitats que explica amb tot luxe de detalls i dades? Aquest periodista i analista de temes de seguretat repassa l’obra propagandística de l’Exèrcit Islàmic. En tres anys, el grup terrorista ha produït més de 1.300 vídeos. Es va estrenar l’estiu de 2014 amb un on es veia com un encaputxat degollava el periodista James Wright Foley. I des d’aleshores ençà, les brutalitats que han difós en vídeos i publicacions diverses superen els límits del horror que pensàvem que eren capaços de concebre i provocar els sers humans.

Estat Islàmic ha assassinat davant les seves càmeres 813 ciutadans, en 218 vídeos distribuïts obertament per les xarxes socials. Només un 2% de les víctimes són occidentals. La immensa majoria són sirians i iraquians. Lesaca ens explica com aquests assassinats estan presentats amb l’estètica dels videojocs més populars o les pel·lícules de terror de més èxit. Penseu la cosa més horrible que us passi pel cap i la trobareu reflectida en els vídeos que veuen molts dels joves que s’incorporen als rengles de Daesh.



Es fa dur, fins i tot, de traslladar a aquesta ressenya les accions que inclouen aquests vídeos. El dolor, el patiment i pànic de les víctimes, la seva mort a mans de nens com si es tractés d’un joc, els assassinats en cadena,... Probablement sigui més fàcil d’entendre perquè un jove és capaç de baixar per La Rambla de Barcelona atropellant tanta gent com pugui amb una furgoneta imaginant-lo empassant-se davant l’ordinador o el mòbil aquests vídeos brutals. El cervell queda tocat després d’aquests visionats.

L’autor ha fet un estudi rigorós, exhaustiu. La tesi doctoral que va començar a la Facultat de Comunicació de la Universitat de Navarra va aprofundir la seva consistència quan l’Escola de Comunicació i Afers Públics de la Universitat George Washington, de Washington, s’hi va interessar i el va contractar com a professor associat. Han estat anys de molt treball que han donat un fruït impressionant.

Estat Islàmic ha tocat tots els pals de la comunicació, menys el radiofònic. Revistes, agències de premsa, comunicats i vídeos. Molts dels seus responsables són morts. La pèrdua de territori per part de Daesh ha anat acompanyada d’una disminució de la seva capacitat de filmar i difondre per la xarxa els crims més abjectes. Però la desaparició definitiva d’aquestes “armes de seducció massiva” de les quals ens parla Javier Lesaca no serà immediata. Al llarg de les prop de 300 planes del llibre no es permet cap llicència d’opinió. Només una frase cap al final reflecteix quina és la seva proposta: “Posar la democràcia i la llibertat de moda és la millor forma de combatre el terrorisme, l’extremisme i la violència”.

La seva aportació rigorosa és molt dura de llegir però fonamental per l’objectiu que li comenta al seu fill: Intentar entendre què passa pel cap dels terroristes de Daesh. “Encara estic intentant-ho”, reconeix ell.


Siscu Baiges 

sábado, 5 de agosto de 2017

Piketty propone una reforma europea innovadora pero poco ambiciosa



El economista Thomas Pikkety, junto con tres colegas, ha elaborado una propuesta "Por un Tratado para la Democratización de Europa", que plantea la creación de una Asamblea de Parlamentarios de la zona euro. Es una propuesta innovadora, creativa, pero que parece difícil de llevar a cabo, visto cómo funcionan las actuales instituciones europeas, y a la que se podría pedir que, ya puestos a romper moldes, tuviera un poco más de ambición. La propuesta se puede encontrar en catalán en el libro que ha publicado Ediciones 62. De momento aún no hay edición en castellano.

Los coautores de este Tratado, que eliden como T-Dem, son la profesora de Derecho Público de la Universidad de París Oeste Stéphanie Hennette, el profesor de Ciencias Políticas de la universidad París 1 Guillaume Sacriste y el director de investigación del centro europeo de sociología y ciencias políticas CNRS, Antoine Vauchez. Es, por tanto, una iniciativa íntegramente francesa. Algún profesor o experto alemán habría ido bien que se sumara al grupo para acercar esta idea a un país imprescindible para que salga adelante ese T-Dem.

Su elemento central es la creación de una Asamblea Parlamentaria limitada de entrada a los 19 países que tienen el euro como moneda propia. Su primer artículo dice que "las partes contratantes acuerdan, como estados miembros de la Unión Europea, reforzar las políticas de coordinación económica, presupuestaria, de convergencia fiscal y social necesarias para el buen funcionamiento de la zona euro, adoptando un pacto democrático y apoyando de esta manera el cumplimiento de los objetivos de la Unión Europea". Una vez puesta en marcha esta Asamblea, Piketty y sus compañeros creen que sería tan estimulante que otros países que ahora no pertenecen a la zona euro se acabarían apuntando a ella.

La Asamblea estaría formada por parlamentarios procedentes de los Estados de la zona euro pero también del Parlamento europeo. Los autores proponen dos opciones. Una, con 105 diputados procedentes de los estados y 25 del Parlamento Europeo y otra, con 320 diputados estatales y 80 eurodiputados. ¿Puede pasar la solución de los actuales males de Europa por un nuevo Parlamento? La austeridad impuesta, los populismos, el rechazo de los refugiados, el aumento de las desigualdades ¿serían mejor combatidos con este nuevo organismo?

Hay que hacer un esfuerzo de confianza para creer que se puede responder afirmativamente a estas dos preguntas, y más cuando el T-Dem prevé que la nueva Asamblea comparta protagonismo y competencias con el actual Eurogrupo, el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea. Si la Europa que necesitamos y deseamos debe pasar por manos como la del actual presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, apañados estamos.



Los que temen la burocratización excesiva de la gestión política europea lo tienen fácil para criticar a este T-Dem, que añade más órganos administrativos, si bien hay que reconocer su esfuerzo para dar más valor a la labor parlamentaria y de control de la gestión ejecutiva .

El T-Dem quiere tener voz y voto a la hora de elegir a los presidentes del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el Banco Central Europeo y el Eurogrupo. Su artículo 14 recoge que "el presupuesto de la zona euro prevé favorecer un crecimiento sostenible, el empleo, la cohesión social y una mejor convergencia de las políticas económicas y fiscales dentro de la zona euro", objetivos loables pero que se tienen que conseguir gracias a una Asamblea Parlamentaria que no queda claro cómo se financiará ella misma.

El T-Dem quiere "democratizar la gobernanza de la zona euro" pero apunta hacia una estructura nueva, sumada a la actual, que puede incurrir en el error de ir en vez de hacia 'más Europa', como piden los federalistas, hacia 'más Europas', que no parece la solución idónea para quienes confían en una solución continental a los problemas sociales y de calidad de vida de los ciudadanos.


Siscu Baiges 
Piketty proposa una reforma europea innovadora però poc ambiciosa



L’economista Thomas Pikkety, juntament amb tres col·legues, ha elaborat una proposta “Per un Tractat per a la Democratització d’Europa”, que planteja la creació d’una Assemblea de Parlamentaris de la zona euro. És una proposta innovadora, creativa, però que sembla difícil de dur a terme, vist com funcionen les actuals institucions europees, i a la qual es podria demanar que, ja posats a trencar motllos, tingués una mica més d’ambició. La proposta la podeu trobar en català al llibre que ha publicat Edicions 62. De moment encara no hi ha edició en castellà.

Els coautors d’aquest Tractat, que elideixen com a T-Dem, són la professora de Dret Públic de la universitat de París Oest Stéphanie Hennette, el professor de Ciències Polítiques de la universitat París 1 Guillaume Sacriste i el director de recerca del centre europeu de sociologia i ciències polítiques CNRS, Antoine Vauchez. És, per tant, una iniciativa íntegrament francesa. Algun professor o expert alemany hauria anat bé que s’afegís a aquest grup per apropar aquesta idea a un país imprescindible perquè tiri endavant.

El seu element central és la creació d’una Assemblea Parlamentària limitada d’entrada als 19 països que tenen l’euro com a moneda pròpia. El seu primer article diu que “les parts contractants acorden, com a estats membres de la Unió Europea, reforçar les polítiques de coordinació econòmica, pressupostària, de convergència fiscal i social necessàries per al bon funcionament de la zona euro, adoptant un pacte democràtic i donant suport d’aquesta manera a l’acompliment dels objectius de la Unió Europea”. Un cop engegada aquesta Assemblea, Piketty i els seus companys creuen que seria tant engrescadora que d’altres països que ara no pertanyen a la zona euro s’hi acabarien apuntant.

L’Assemblea estaria formada per parlamentaris procedents dels estats de la zona euro però també del Parlament europeu. Els autors proposen dues opcions. Una, amb 105 diputats procedents dels estats i 25 del Parlament europeu i una altra, amb 320 diputats estatals i 80 eurodiputats. Pot passar la solució dels actuals mals d’Europa per un nou Parlament? L’austeritat imposada, els populismes, el rebuig dels refugiats, l’augment de les desigualtats ¿serien millor combatuts amb aquest nou organisme?

Cal fer un esforç de confiança per creure que es pot respondre afirmativament a aquestes dues preguntes, i més quan el T-Dem preveu que la nova Assemblea comparteixi protagonisme i competències amb l’actual Eurogrup, el Consell de Ministres d’Economia i Finances de la Unió Europea. Si l’Europa que necessitem i desitgem ha de passar per mans com la de l’actual president de l’Eurogrup, Jeroen Dijsselbloem, no anem bé.



Els que temen la burocratització excessiva de la gestió política europea ho tenen fàcil per criticar aquest T-Dem, que afegeix més òrgans administratius, per bé que cal reconèixer el seu esforç per donar més valor a la tasca parlamentària i de control de la gestió executiva.

El T-Dem vol tenir veu i vot a l’hora de triar els presidents del Mecanisme Europeu d’Estabilitat (MEDE), el Banc Central Europeu i l’Eurogrup. El seu article 14 recull que “el pressupost de la zona euro preveu afavorir un creixement sostenible, l’ocupació, la cohesió social i una millor convergència de les polítiques econòmiques i fiscals dins de la zona euro”, objectius lloables però que s’han d’assolir gràcies a una Assemblea Parlamentària que no queda clar com es finançarà ella mateixa.

El T-Dem vol “democratitzar la governança de la zona euro” però apunta cap a una estructura nova, sumada a l’actual, que pot incórrer en l’error d’anar en comptes de cap a ‘més Europa’, com demanen els federalistes, cap a ‘més Europes’, que no sembla la solució idònia pels qui confien en una solució continental als problemes socials i de qualitat de vida dels ciutadans.


Siscu Baiges