El periodista Mark Aguirre está fascinado por entender
cómo hemos llegado a ser lo que somos, por qué vivimos en grupo y soportamos
alianzas, jerarquías y rivalidades, por qué caminamos erguidos sobre dos
piernas, tenemos mandíbulas y músculos débiles, porqué inventamos la técnica,
por qué cocinamos o somos omnívoros, por qué tenemos cerebros grandes, somos
curiosos y observadores y creamos cultura, cómo fuimos capaces de crear
símbolos que entendemos colectivamente, por qué tenemos un lenguaje creativo,
somos religiosos y producimos arte, interpretamos el mundo o podemos organizar
y movilizar grandes multitudes de individuos en busca de un objetivo. Y se ha
permitido el lujo de saciar esta fascinación escribiendo un libro de
divulgación en la que se plantea todas esas cuestiones mientras viaja por África
visitando los yacimientos de huesos con información más fundamental de cómo
fueron nuestros antepasados.
Nos ofrece, pues, una entretenida excursión por las
trescientas páginas de “El nacimiento de una especie”, donde aprendemos de sus
progresos pero también de sus aventuras y vivencias personales en los
diferentes escenarios que visita. Le acompañamos, por tanto, mientras dos
gorilas se limpian mutuamente de insectos y suciedad la espalda en las
ruandesas montañas Virunga o cuando entrevista a los responsables de los museos
donde se conservan vestigios de nuestros antepasados en Pretoria, Johannesburgo,
Ciudad del Cabo o Lusaka. También cuando hace una excursión a la más cercana
cueva burgalesa de Atapuerca. O cuando nos lo imaginamos haciendo las
fotografías que ilustran este libro cuidadoso con los detalles.
Tras este viaje periodístico-científico de Aguirre nos
queda claro que nuestro origen es africano. Los primeros homínidos que
caminaron erguidos hace 4,2 millones de años lo hicieron en África y las
primeras poblaciones de nuestra especie aparecieron allí hace unos 300.000
años.
Mark Aguirre y cuatro rastreadores de chimpancés en el bosque de Nyungwe, en Ruanda
Probablemente, algún antropólogo o arqueólogo fruncirá el
ceño ante este trabajo, poniendo en duda algunas de las afirmaciones que
contiene. Verán en su autor como un advenedizo que se mete en un terreno
acotado para científicos que dedican toda su vida a desenterrar esqueletos,
visitar grutas recónditas o elucubrar sobre de dónde viene el ser humano. Pero
esas discusiones y dudas también las tienen dentro del mismo sector científico.
Estamos ante una apasionante y divertida aproximación a
lo que hoy se sabe sobre nuestros orígenes. Nos habla un periodista, que conoce
su oficio a la perfección, que narra los hechos con una sencillez y facilidad
descriptiva que engancha. Si “El nacimiento de una especie” cae en manos de
jóvenes que aun no han decidido cómo enfocar su futuro educativo me atrevo a
augurar un incremento de matriculaciones en las facultades de Antropología de
medio mundo. Para ello sería buena cosa que este libro editado por la
Biblioteca Buridán, sea traducido y publicado en muchos idiomas.
En algunos africanos, a poder ser.
En algunos africanos, a poder ser.
Siscu Baiges
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