“¿Habrá algún lugar para nosotras?”. Se lo preguntan
Tanit, Valeria y Shaila las tres protagonistas de la película de animación “Mariposas
negras” al final de la misma. A lo largo de ella las hemos acompañado en su
peregrinar por el mundo expulsadas de sus países por los efectos del cambio
climático.
Ocho años ha llevado a David Baute dar por cerrada
esta película que conviene ver siempre y especialmente el pasado 24 de octubre,
coincidiendo con el Día Internacional contra el Cambio Climático, y entre los
días 11 y 22 de noviembre durante la celebración de la 29 Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) que se celebrará en Azerbaiyán.
Unos días después, a partir del 5 de diciembre, se podrá ver en los cines de
nuestro país.
El objetivo de la película es tan evidente como
necesario: “Defender los valores medioambientales y concienciar al espectador
sobre el cambio climático, la migración, el exilio y las vidas de mujeres
infrarrepresentadas en todo el Planeta”.
Valeria, Tanit y Shaila parten marchan de sus países
en el Caribe, África y Asia porque los huracanes, la sequía o las inundaciones
causadas por la emergencia climática destrozan sus hogares y ponen en peligro
sus vidas. Probablemente lo hemos leído o conocido a través de las noticias en
fragmentos informativos de breves segundos. “Mariposas negras” nos relata con
calma y realismo historias que conocen millones de mujeres y hombres. Historias
que son tan dolorosas en su origen, al destrozar hogares y familias, como en su
destino, con el deficiente e inhumano que reciben sus protagonistas allí donde
van a parar, sea Dubai, París o Nairobi.
David Baute lleva muchos años denunciando las consecuencias del cambio climático. En 2020 ya dirigió el documental “Éxodo climático”. Ahora insiste en esta denuncia en forma de película de animación, con guión de Yaiza Berrocal y música a cargo de Diego Navarro con la aportación de una canción original del panameño Rubén Blades, migrante él también, en su caso a Estados Unidos. Panamá y España son los países de producción de esta película, distribuída por Sideral Cinema y producida por Edmon Roch.
El Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas pronostica que en 2050
más de mil millones de personas en todo el mundo podrían estar expuestas a
riesgos climáticos, como el aumento del nivel del mar, inundaciones, sequías y
otras catástrofes naturales. Sin medidas para reducir las emisiones globales de
gases de efecto invernadero, cerca de 216 millones de personas deberán
desplazarse dentro de sus países para 2050, según el Banco Mundial.
No
hay que perderse “Mariposas negras”, hay que verla y hacer entre todos lo
posible para que las historias de Valeria, Tania y Shaila vayan dejando de ser
una triste realidad en el mundo en que vivimos hoy. Nuestro futuro pasa por la
Cumbre de Naciones Unides en Azerbaiyán. No sólo el de esos millones de mujeres
y hombres que ya lo han sufrido en sus vidas como las protagonistas de esta
bienintencionada y acertada película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario