Tenemos ante nosotros 144 páginas de lectura, amable,
interesante y destructiva. Es un repaso rápido tanto al progreso de la
humanidad vinculado a la ciencia como a la personalidad de muchos de sus
protagonistas y a los interrogantes que aun no ha podido resolver. Sánchez Ron
descubre su objetivo al escribir este libro: “que sirva para ser conscientes de
hacia donde parece que nos estén llevando”. Estamos, pues, ante un autor, un
docente, viajado, leído y premiado, que, a sus 73 años, expresa un punto de
rebeldía en sus análisis y propuestas.
El primero de los capítulos –“Hijos de estrellas”- nos
remonta a 13.800 millones de años atrás, cuando nació nuestro universo. Sánchez
Ron nos recuerda que somos “polvo de estrellas”, constituidos por un 96% de
carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno y que la Tierra existe desde hace 4.500
millones de años. “La vida de la ciencia y la ciencia de la vida” se cierra con
una “Carta al robot que cuidará a mis nietos”, un robot que confía en que sea
amable, compasivo y útil. Los robots son, según el autor, la esperanza de la
ciencia, pero espera asimismo que esos nietos de los que habla “no se olviden
de la tierna humanidad”.
Entre esos dos capítulos desfila esa ciencia de la vida y
vida de la ciencia, con los inevitables nombres propios de Copérnico, Galilei, Da
Vinci, Newton, Darwin, Einstein o Asimov, otros que desconocemos la mayoría de
lectores y la justa queja por la marginación de la mujer en esta disciplina.
Cita a Marie Curie y Rachel Carlson como representantes de un género que ha
ignorado o escondido a eminentes científicas. “La ciencia no ha sido un lugar
muy acogedor para las mujeres”, lamenta Sánchez Ron.
Recomendable y pedagógica lectura, pues, que repasa el origen
de la vida, la función básica del agua para nuestra supervivencia, la evolución
de las especies, las cinco grandes extinciones de seres vivos que se han
producido, “el Neardental que llevamos dentro” los homo sapiens, los misterios
que alberga nuestro cerebro, la vinculación entre la Matemática i la Música, el
amor por los animales que nos acompañan o de los que nos alimentamos, la
belleza de la ciencia o el futuro que nos espera como especie.
Sánchez Ron nos recuerda que dentro de 2.000 millones de
años la vida en la Tierra será imposible. Mientras tanto, discrepa de quienes
buscan colonizar otros planetas para garantizar una supervivencia que él cree
que es posible y muy mejorable en nuestro planeta. A cuidar la Humanidad actual
es a lo que nos invita tras ese repaso entretenido de su progreso de la mano de
la ciencia y de las excelentes ilustraciones de Alberto Gamón.
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