10 experiencias de cambios de vida drásticos
La primera vez que leí un texto de Ana Basanta fue
cuando cayó en mis manos su libro "Halcón de los Andes". Hablaba de
su estancia de verano en Perú, Ecuador y Colombia. Fue allí de vacaciones
después de haber estado trabajando con anterioridad como cooperante. Su descripción
de las angustias que pasó al moverse por la selva me impresionó. Tuve la
sensación de entender -y casi compartir- perfectamente el sufrimiento que
explicaba.
Ana Basanta escribe bien. O al menos así lo creo.
Escribe de forma que se entiende fácil. No se pierde en digresiones
innecesarias o exhibicionismos estilistas. Quizás los quince años que lleva
trabajando en la agencia de noticias Europa Press le han conferido esta fluidez
y claridad en la redacción.
Por ello, sus libros se leen y digieren bien. El
último se titula "Decididos" y trata de 10 experiencias vitales de
ruptura con lo cotidiano. No son diez experiencias espectaculares. Son diez
vivencias de personas que rompen radicalmente con la vida que llevaban hasta el
momento del cambio de chip. Ana Basanta habla con ellas y nos cuenta cómo les
ha ido con la nueva vida que han elegido.
No nos pretende convencer de que hay que romper con
nuestras rutinas habituales. Describe las nuevas vidas de los protagonistas de
"Decididos" sin ahorrar las incomodidades o los pequeños fracasos con
que han topado. La conclusión que quiere que extraigamos del libro tal vez la
encontramos en la frase de Charles Chaplin con que lo inaugura: "No
debemos tener miedo a equivocarnos; hasta los planetas chocan, y del caos nacen
las estrellas".
A continuación tenemos 150 páginas en las que vemos
como Xuan-Lan Trinh se dedica en cuerpo y alma al yoga; Esther Ferrando y Jaume
Catalán optan por el mundo rural; Oscar Vega deja la comodidad del banco para
ir a dar la vuelta al mundo; Santiago González también viaja, pero lo hace
durante diecisiete años, en un velero, y con su mujer e hijos; María Carpio se
convierte en la masai blanca de Arkaria; Luis Montalbo vence todos los
obstáculos que se le ponen por medio para construir un circuito de karts en
recuerdo del hijo que perdió por culpa de un cáncer; Patricia Pólvora se especializa
en vender té; Esther González vuelve al pequeño pueblo donde nació; Covadonga
Chaverri se avoca a la defensa de los derechos humanos en Colombia y un grupo
de jóvenes se establecen en una masía de Santa Maria d'Oló para vivir en
comunidad.
Ana Basanta no hace una apología de las decisiones
adoptadas por estos personajes "decididos", pero si en algún momento
de la lectura tiene usted un cierto sentimiento de envidia hacia ellos quizá
puede plantearse ser protagonista de una segunda edición de este libro
envidiablemente bien escrito.
Seguro que vendrán más.
Siscu Baiges