miércoles, 28 de mayo de 2025

Omar l'Akkad: "No vull formar part d'un sistema que accepta horrors de la magnitud que estem veient a Gaza"

 

         


Omar l'Akkad és un periodista i novel·lista nascut a Egipte, criat a Qatar que ara viu a Portland, als Estats Units, després d'una etapa en què va residir al Canadà. El gener del 2025 va publicar un llibre amb un títol tan llarg com precís: “Algun dia, quan no sigui perillós, quan dir les coses pel seu nom ja no tingui conseqüències, quan sigui massa tard per exigir responsabilitats a ningú, tothom hi haurà estat sempre en contra”. És el text del post que va pujar a X el 25 d'octubre del 2023, tres setmanes després del bombardeig amb què Israel va arrasar la franja de Gaza com a resposta a l'atac comès per Hamàs 18 dies abans durant la celebració del festival Nova a Israel, en què va assassinar unes 1.200 persones. El que va venir després, el genocidi de Gaza, és el que descriu El Akkad al seu llibre.

A la presentació que s'ha fet al CCCB d'aquesta obra, publicada per L’Altra Editorial en català i Libros del Kultrum en castellà, Omar l'Akkad ha mostrat la seva frustració pel silenci i la manca d'una resposta contundent al genocidi per part de la comunitat internacional. "No vull formar part d´un sistema que accepta horrors de la magnitud que estem veient a Gaza", ha dit en comentar les imatges de nens famolencs demanant menjar desesperadament, d’una nena amb el cent per cent del seu cos cremat a resultes d’un bombardeig israelià o la d’una altra nena, de 9 anys, assassinada després de rebre 355 bales de soldats d’aquest país. "Això em fa pensar què dimonis significa ser humà. No sé com encaixar-ho, com relacionar-m'hi. Sento no poder dir res més", ha lamentat.


Als Estats Units, es dóna el mateix fenomen que denuncia a molts països: una denúncia del genocidi a Palestina que no va més enllà, no comporta accions concretes. Ha explicat que a Portland, una ciutat progressista, moltes cases tenen penjades banderes de “Black lives matter” però que no hi ha cap persona negra vivint en quinze quilòmetres a la rodona. A Qatar, on va fer uns cursets recentment, hi ha banderes palestines penjades d'alguns edificis però és una dictadura que només vol acontentar els seus ciutadans sense anar més enllà. “Hi ha una gran desconnexió entre la ràbia de la gent i allò que els governs fan”, diu.



Diposita la seva esperança en gent com la que acudeix a les presentacions del llibre. És una gent que, davant d'un sistema que falla, arrisca les carreres, la integritat física, a ser arrestada per denunciar les atrocitats que estem veient des de fa dos anys.

L'administració Trump l'ha emprès contra els que protesten als carrers o als mitjans de comunicació contra el genocidi a Palestina. L'Akkad tornarà als Estats Units aviat i abans de sortir del país va consultar amb un advocat expert en emigració quin risc corria pels articles i llibres com el que acaba de presentar. Ho va fer malgrat que ell és ciutadà americà i té un accent que l'acredita com a tal. El seu advocat li va dir que aquest accent evitarà que l'arrestin o intentin expulsar-lo del país. “De moment, no ha vingut ningú de l'Agència Federal a la porta de casa meva”, explica, encara que amb Trump no se sap mai. Té clar, malgrat tot, que no llençarà la tovallola.

"No em sento a casa a Occident i m'agradaria deixar-ho estar però no ho puc fer per responsabilitat. No puc estar callat davant aquests fets", ha conclòs.







Omar el Akkad: "No quiero formar parte de un sistema que acepta horrores de la magnitud que estamos viendo en Gaza"

 


Omar el Akkad es un periodista y novelista nacido en Egipto, criado en Qatar que ahora vive en Portland, en Estados Unidos, después de una etapa en la que residió en Canadá. En enero del 2025 publicó un libro con un título tan largo como preciso: “Algún día –cuando no entrañe riesgo alguno, cuando podamos llamar a las cosas por su nombre, cuando sea demasiado tarde para exigir responsabilidades- todo el mundo habrá querido estar siempre en contra”. Es el texto del post que subió a X el 25 de octubre de 2023, tres semanas después del bombardeo con que Israel arrasó la franja de Gaza como respuesta al ataque cometido por Hamàs 18 días antes durante la celebración del festival Nova en Israel, en el que asesinó a unas 1.200 personas. Lo que vino después, el genocidio de Gaza, es lo que describe El Akkad en su libro.

En la presentación que se ha hecho en el CCCB de esta obra, publicada por Libros del Kultrum en castellano y L'Altra Editorial en catalán, Omar el Akkad ha mostrado su frustración por el silencio y la falta de una respuesta contundente al genocidio por parte de la comunidad internacional. “No quiero formar parte de un sistema que acepta horrores de la magnitud que estamos viendo en Gaza", ha dicho al comentar las imágenes de niños hambrientos pidiendo desesperadamente comida, de una niña con el cien por cien de su cuerpo quemado a resultas de un bombardeo israelí o la de otra niña, de 9 años, asesinada tras recibir el impacto de 355 balas de soldados de ese país. “Eso me hace pensar qué demonios significa ser humano. No sé como encajarlo, como relacionarme con ello. Siento no poder decir nada más”,  ha lamentado.


En Estados Unidos, se da el mismo fenómeno que denuncia en muchos países: una denuncia del genocidio en Palestina que no va más allá, no conlleva acciones concretas. Ha explicado que en Portland, una ciudad progresista, muchas casas tienen colgadas banderas de “Black lives matter” pero que no hay ninguna persona negra viviendo en quince quilómetros a la redonda. En Qatar, donde dio unos cursillos recientemente, hay banderas palestinas colgadas de algunos edificios pero es una dictadura que solo quiere contentar a sus ciudadanos sin ir más allá. “Hay una gran desconexión entre la rabia de la gente y lo que los gobiernos hacen”, dice.

Deposita su esperanza en gente como la que acude a las presentaciones de su libro. Es una gente que, ante un sistema que falla, arriesga sus carreras, su integridad física, a ser arrestados por denunciar las atrocidades que estamos viendo desde hace dos años.


 

La administración Trump la ha emprendido contra quienes protestan en las calles o los medios de comunicación contra el genocidio en Palestina. El Akkad volverá a Estados Unidos pronto y antes de salir del país consultó con un abogado experto en emigración qué riesgo corría por sus artículos y libros como el que acaba de presentar. Lo hizo pese a ser ciudadano americano y a tener un acento que le acredita como tal. Su abogado le dijo que ese acento evitará que lo arresten o intenten expulsarlo del país. “De momento, no ha venido nadie de la Agencia Federal a la puerta de mi casa”, explica, aunque con Trump nunca se sabe. Tiene claro, pese a todo, que no tirará la toalla.

“No me siento en casa en Occidente y me gustaría dejarlo estar pero no puedo hacerlo por responsabilidad. No puedo estar callado ante estos hechos”, ha concluido.


 

 


martes, 22 de abril de 2025

“La isla de los faisanes” nos muestra la Europa que no quisiéramos ver


 

Entre 2021 y 2022, seis emigrantes se ahogaron en el río Bidasoa. Otros tres murieron atropellados por un tren. Uno se suicidó. ¿Por qué se produjeron esas desgracias? Parece mentira pero el río Bidasoa marca una frontera interior entre España y Francia en una Europa que se supone donde esas barreras solo existen con los países que no forman parte de la UE.

“La isla de los faisanes”, película dirigida por Asier Urbieta, nos recuerda la existencia de esa frontera entre Irún y Hendaya que debería ser un anacronismo en la Europa actual pero que tristemente no lo es. Y esas muertes son su trágico testimonio. Francia implementó esa frontera desde 2018 y el documental “Bidasoa 2018-2023”, de Fermín Muguruza, puso luz sobre esa decisión. Desde entonces, si la policía francesa detecta un inmigrante que atraviesa esa frontera lo devuelve a España. Son las conocidas como “devoluciones en caliente”, teóricamente prohibidas en Europa pero ahí están.

Urbieta utiliza la ficción para denunciar esa injusticia. Lo hace a través de una pareja formada por Laila (Jone Laspiur) y Sambou (Sambou Diaby) que se topa de bruces con el riesgo vital que supone para los inmigrantes cruzar el Bidasoa camino de Francia. Es una historia de ilusiones y frustraciones cuyo origen Urbieta explica así: “Un día, hojeando el periódico, leí que un domingo unos ciclistas transitaban por la ribera del Bidasoa y escucharon los gritos de auxilio de dos personas que estaban intentando cruzar la frontera nadando pero la corriente se lo impedía. Me puse en su lugar y una pregunta me empezó a rondar en la cabeza: '¿Qué hubiera hecho yo?' Me encantaría responder que me hubiera tirado, pero no lo tengo tan claro. A partir de estos acontecimientos reales, desarrollé la historia de la película".


¿Qué habría hecho usted? Vea ‘La isla de los faisanes’ con esa pregunta rondándole la cabeza y piense con cuál de los protagonistas se identificaría usted: ¿Con los migrantes africanos que están dispuestos a todo para llegar a la Francia anhelada, con los policías franceses que los devuelven a España, con los ciudadanos de origen africano que han nacido ya en Euskadi y hablan vasco sin problemas, con los activistas que ayudan a los que intentan burlar la frontera que les separa de su destino, con los que buscan sacar beneficio de la vulnerabilidad de esas personas, con los funcionarios de la administración que se limitan a cumplir las instrucciones y normas que tienen que aplicar?

Puede plantearse todas esas preguntas a partir de este viernes día 25 en los cines donde se proyectará “La isla de los faisanes”, esa isla que medio año es francesa y medio año española y donde el progreso y la solidaridad humana parecen haberse quedado detenidos en un pasado que debería estar condenado a desaparecer.

Andoni de Carlos comparte el guión con Urbieta y Pau Castejón se encarga de la fotografía de esta coproducción hispano-francesa en la que participan Arcadia Motion Pictures, La Tentación Producciones, Galatea Films, La Fidèle Production, ETB, Movistar Plus+ y que fue rodada en seis semanas en los escenarios donde sucede la trama y que se estrenó en la sección oficial del Göteborg Film Festival.







viernes, 28 de marzo de 2025

Una película que hay que escuchar y ver

 

El corto ‘Sorda’ de Eva Libertad y Nuria Muñoz fue nominado a los Goya en 2023. Ese corto se ha convertido en la película que, con el mismo título, podrá verse en los cines a partir del 4 de abril. Llegará a ellos tras recibir el Premio del Público en la sección Panorama del Festival Internacional de Cine de Berlín. El público también la ha premiado en el Festival de Málaga, donde se le ha concedido también la Biznaga de Oro.

‘Sorda’ llega, pues, a la gran pantalla muy bien avalada. Y merecidamente. Su argumento nos enfrenta a las dificultades que para una persona sorda supone desarrollar una vida normal. Y como esas dificultades se ponen de manifiesto cuando una mujer con esa discapacidad queda embarazada. Ángela, interpretada por la actriz sorda Miriam Garlo, va a tener un bebé con Héctor, su pareja oyente (Álvaro Cervantes). El embarazo hace aflorar sus miedos frente la maternidad y sobre cómo podrá comunicarse con su hija. La llegada de la niña genera una crisis en la pareja y lleva a Ángela a afrontar la crianza de su hija en un mundo que no está hecho para ella.


Es innegable que la película genera incomodidad en el espectador que sufre junto a sus protagonistas y a los padres de él, interpretados por Joaquín Notario y Elena Irureta. Algunas escenas se hacen duras. La del parto, especialmente. Pero esa dureza es la que aprendemos que es el pan nuestro de cada día de las personas con sordera. Eva Libertad la plasma con contundencia en su película y Miriam Garlo la interpreta con mucha eficacia. Sus compañeros de elenco también bordan sus papeles.


Uno imagina el esfuerzo que han tenido que hacer los actores y actrices -también los menores- que han aprendido el lenguaje de signos al meterse en la piel de sus personajes. Una labor en la que hay que la directora habrá tenido que emplearse a fondo.

El resultado es una película que hay que verla escuchándola con seriedad y atención y premiar el esfuerzo invertido en ella y en el mensaje de solidaridad con quienes no pueden oír los aplausos que se merece.


‘Sorda’ es una producción de Miriam Porté para Distinto Films, en coproducción con Nuria Muñoz Ortín para Nexus CreaFilms y Adolfo Blanco para A Contracorriente Films. Cuenta con la participación de RTVE, Movistar Plus+ y La7, con la financiación del ICAA y con el apoyo del ICEC, la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Molina de Segura. En España la distribuye A Contracorriente Films. De las ventas internacionales se encarga Latido Films. 




jueves, 20 de marzo de 2025

“A la mierda la autoestima, dadme lucha de clases”

 


El título deja bien a las claras el contenido de las cien páginas de este opúsculo del activista y artista satírico alemán Jean-Philippe Kindler que acaba de editar Bauplan en su colección seriecero. Kindler nos propone repolitizar la sociedad a partir de este libro que define como “una nueva crítica del capitalismo.

Lo divide en cinco apartados en los que reclama politizar la pobreza, la felicidad, la crisis climática, la izquierda y la buena vida. En la introducción reclama que se vaya más allá de la responsabilidad individual, base argumental del neoliberalismo, para combatir el capitalismo y el modelo social injusto en que nos hemos acostumbrado a vivir. “Cuando en la esfera pública se argumenta insistentemente a favor de mercados no regulados, impuestos bajos y libertad empresarial, estamos ante actores que entran en política para impedir que se haga política”, denuncia y afirma que “la lucha de clases se está convirtiendo en el deber más urgente”.


Kindler lamenta que los votantes de partidos de izquierda a menudo los apoyan no tanto por la confianza en sus programas sino “porque todo lo demás encaja aún menos con sus preferencias, no por convicción real”. “Cualquiera que quiera sumarse seriamente a la reivindicación de sacar a la gente de la pobreza debe tener el valor de ser radical: mientras vivamos en un sistema que se basa en que las personas dependen del intercambio de su trabajo por un salario, habrá explotación”, afirma.

Acusa al capitalismo de provocar infelicidad y ser el responsable de “la plaga de la enfermedad mental” que nos afecta por doquier. Abomina de la filosofía que difunde que la libertad personal debe lograrse a base de limar la influencia del estado en la organización de una sociedad más justa y que la identidad está reñida con la solidaridad entre minorías de todo tipo. “El capitalismo también consiste en hacer que todas las identidades sean puestas al servicio del proceso de producción, de modo que todos seamos explotados exactamente de la misma manera, independientemente del género, origen y orientación sexual”, subraya.

Define su libro como “una llamada a la acción política”, llamada que debe desbordar esa “izquierda hipster con barniz socialdemócrata” que conoce bien en la Alemania en la que se desenvuelve. Todo ello debe llevar también a una repolitización de la buena vida que, a su entender “debe ser conquistada para todos. Infraestructuras, salud, servicios sociales: el trabajo arduo de las personas en esta sociedad es, en este conjunto, “demasiado grande para caer” (too big to fail). Si cayera, por ejemplo debido a una huelga general en sectores y áreas socialmente cruciales, el mundo tal como lo conocemos -y deberíamos dejar de aceptar- quedaría patas arriba”.

“Hagamos que suceda”, concluye.






lunes, 17 de marzo de 2025

'Por todo lo alto'. El buen gusto del público de San Sebastián

 


El público del Festival de San Sebastián tiene muy buen gusto. Lo demostró en su última edición al otorgar su premio a la película ‘Por todo lo alto’ (‘En Fanfare’). Dirigida por Emmanuel Courcol, se presenta en su promoción en España con el reclamo de “musical, humana, gozosa y divertida”, a partir de los calificativos con los que la recibió la crítica en el diario ABC.

La humanidad de la historia que nos explica Courcol y que interpretan de forma convincente Benjamin Lavernhe i Pierre Lottin se apodera del espectador desde el arranque del film. Son 103 minutos de emociones de las que ya nos advirtió la compañera de la agencia que nos invitó al pase de prensa. “Soltareis alguna lágrima”, nos dijo. Es inevitable pero también muchas risas y sonrisas.


‘Por todo lo alto’ nos acerca el shock que para un afamado director de orquesta representa la noticia que padece leucemia y que precisa un trasplante de médula de un familiar cercano. La búsqueda de ese trasplante descubre al protagonista que su pasado no es el que conocía. Ese descubrimiento le produce enfado pero también le permite combatir la enfermedad.

La vida del protagonista se entrecruza en la pantalla con la del hermano que desconocía tener y con su grupo de músicos aficionados con los que el famoso director acaba conectando.


‘Por todo lo alto’ mezcla dos sociedades: la refinada de la alta dirección de orquesta y la sencilla de unos mineros que luchan para que su puesto de trabajo no desaparezca.

Courcol enhebra una pieza bien trabada y emotiva que bien merece la pena verla a partir del día 28 de marzo y disfrutarla como lo hizo el público del Festival de San Sebastián.  




 


viernes, 14 de marzo de 2025

Mussolini avui

 


“Els moviments, els partits i sobretot els dirigents polítics que representen avui un desafiament per la democràcia en la forma que l’hem coneguda fins ara -la democràcia plena, la democràcia parlamentària liberal-, els qui teoritzen o practiquen fórmules internament contradictòries com ara la ‘democràcia autoritària’, ja siguin italians, espanyols, francesos, alemanys, brasilers o nord-americans, no descendeixen del Mussolini feixista. Descendeixen del Mussolini populista”, escriu Antonio Scurati a ‘Feixisme i populisme. Mussolini avui’ (editorial afers/Raig Verd).

Estem davant un opuscle que recull la intervenció que va fer Scurati als Rencontres Internationales de Ginebra, el 29 de setembre del 2022, convenientment revisada i actualitzada. L’escriptor napolità s’ha endinsat en el coneixement del creador del feixisme, al qual li ha dedicat una tetralogia tant abundant com exhaustiva i, gosaria dir, de lectura molt útil per analitzar el present.

Afirma Scurati que “Mussolini fou no només l’inventor del feixisme, el fundador dels Fasci di Combattimento i del Partito Nazionale Fascista, sinó que fou també el creador de la manera de fer, el tipus de comunicació i de lideratge polític que avui anomenem populisme sobiranista”. Gustau Muñoz, director de la col·lecció que ens ofereix aquest llibre, ressalta els ressorts de l’èxit de Mussolini tal i com els explica Scurati: “L’ús de la violència, però també de la transformació de la por en odi, la seducció nacionalista, la connexió amb pulsions psíquiques profundes (el malestar de la modernitat) i l’habilitat per a conjugar interessos diversos”. També destaca que avui “el feixisme uniformat i violent no és ja el protagonista... Però la democràcia s’enfronta igualment a un moment carregat de perill i caldrà estar a l’alçada”.



Scurati demana “un antifeixisme cívic, ja no ideològic, un antifeixisme que invita tothom a prendre posicions sota la bandera de la democràcia. La democràcia de tradició europea, liberal, plena i sencera. No existeix cap altra”.

Muñoz qualifica d’“oració civil” el text de Scurati. En els temps que vivim ens toca resar-la!