“Bella” y la dura lucha contra la violencia de género

 El largometraje de animación Bella llega este viernes 28 de diciembre a las salas de cine tras su premier mundial en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI) y su pase por el Festival de Sevilla donde recibió el premio Cinéfilos del Futuro.

Otro premio que merece Bella es el de denuncia de la violencia de género y de solidaridad con sus víctimas. Bella está inspirada en la historia de Ana Bella Estévez, víctima de esa violencia. Su revuelta contra los maltratos de su marido la llevó a crear, en 2006, la “Fundación Ana Bella para la Ayuda a mujeres maltratadas y madres separadas”.

 Manuel H.Martín y Amparo Martínez son los directores de esta obra de animación que durante 65 minutos nos acerca a un caso concreto de violencia de género que, por desgracia, es demasiado habitual en nuestra sociedad. Del flechazo amoroso inicial se pasa, con el transcurso de los años, a una violencia física y a una presión psicológica que convierte la vida de muchas mujeres en un infierno. Un infierno en el que, a menudo, también caen sus hijos.

Manuel H.Martín, socio y fundador de La Claqueta, productora de la película, coincide con la Fundación Bella en su preferencia por habla no de víctimas sino de supervivientes. Amparo Martínez subraya que “la historia de Ana Bella es similar a la de muchas mujeres en todo el mundo” y aplaude la labor de su Fundación: “Se ha convertido en un motor de cambio para ayudar a otras mujeres en similares circunstancias. Es una historia muy potente y muy inspiradora”.

Las voces de los protagonistas -Bella y Ponce- las ponen Michelle Jenner y Víctor Clavijo. Como explica su director, es una película hecha con pocos recursos pero con gran ilusión por colaborar a la causa de la lucha contra la violencia de género.  Junto a La Claqueta han estado en su producción Bella Animación la película AIE, Talycual y Miami Film Gate. El ICAA-Ministerio de Cultura ha aportado financiación y la Agencia de Instituciones Culturales de la Junta de Andalucía y el programa Ibermedia han dado a esta Bella que, claro está, ha contado con el impulso de la Fundación que lleva su nombre.

En sus cerca de 20 años de existencia, la Fundación Ana Bella ha apoyado a 52.000 mujeres para que pasen de víctimas a supervivientes, cuenta con 30.000 en su Red de Mujeres Supervivientes, ha ofrecido 8.000 oportunidades laborales y ha implicado en su labor a 300 centros educativos y empresas.

Nominada a los Premios Forqué a Mejor Largometraje de Animación, está concebida para el público juvenil y cuantas más aulas visite, mejores frutos dará. Pero los adultos también deberían verla en las salas que la proyecten a partir de este viernes.

 

Los últimos días de los dinosaurios y los primeros de los nuestros

 

“Imagínese en el periodo cretácico. Es una tarde soleada en el Hell Creek de la antigua Montana hace 66 millones de años. Un Triceratops horridus deambula por la linde del bosque. En cuestión de horas todo aquí desaparecerá. El verdor exuberante será reemplazado por el fuego- El Tyrannosaurus rex será derrocado de su trono junto con todas las demás especies de dinosaurios no aviares, sin importar su tamaño, dieta o disposición".

Así empieza el entretenido y excelentemente documentado libro “Los últimos días de los dinosaurios”, que acaba de editar en castellano Capitán Swing. Originalmente publicado 2022 ha salido del esfuerzo y la dedicación entusiasta dela escritora científica y paleontóloga aficionada Riley Black.

Black explica en el prefacio del libro que cuando era niña le habría encantado poder ir al colegio a lomos de un Tyrannosaurus rex. No lo pudo hacer pero ha investigado a fondo el mundo y el tiempo en el que vivió ese dinosaurio y tantos otros como nos presenta en este trabajo. Nos descubre porqué desaparecieron los grandes dinosaurios y como fue el reinicio y evolución de la vida que sobrevivió al devastador impacto del asteroide de once quilómetros de largo que impactó en el Yucatán hace 66 millones de años. Y nos plantea que si bien aquella devastación acabó con esos gigantescos animales fue, por otro lado, el disparo de salida de una nueva etapa de la Tierra gracias a la cual hoy estamos nosotros en ella.

“Si una roca sideral no hubiera impactado en el Yucatán ancestral, y sin la consiguiente destrucción que ocasionó no existiríamos”, escribe la autora. A lo largo de los diez capítulos y las cerca de trescientas páginas de “Los últimos días de los dinosaurios”, vemos desfilar nuestra amada Tierra desde el período previo a la devastación, la primera hora tras el impacto del asteroide, el primer día, el primer mes, el primer año, cien años después, mil años después, cien mil años después  y un millón de años después. Finalmente, la conclusión nos lleva al mundo de hoy en el que aquellos dinosaurios “avivan continuamente nuestra curiosidad”.

Y esa conclusión lleva a Riley Black a escribir que “después de todo el tiempo que he invertido reflexionando sobre el impacto y sus consecuencias, intento desentrañar un ecosistema que nunca he visto y estudiado cortes de estratos a través de plexiglás, a lo que añado la visita a la terrible, extraordinaria y transcendente línea marcada en la roca, lo que más me ha impresionado es la insistente, vigorosa e inalterable resiliencia de la vida”.

Enfrentados a la evolución de las especies que nos describe la autora y ante una Humanidad que parece hacer oídos sordos a la amenaza que representa el cambio climático y el calentamiento del Planeta, Black afirma que “la enseñanza que hemos recibido de aquel millón de años a caballo entre la era de los dinosaurios y la era de los mamíferos es: si existe un camino, la vida lo encontrará”.

Newsweek define “Los últimos días de los dinosaurios” como “una mirada maravillosa a lo que sucedió después del impacto del asteroide en la Tierra”. Maravillosa, documentada y apasionante. Cuando se pregunte de dónde venimos, Black se lo explica con todo lujo de detalles.